Objetivos MATEM

Tras comparar la “gran diferencia” entre los objetivos SMART y MATEM, hoy vamos a profundizar en éstos últimos, de los que ya sabemos que cada una de las siglas del acrónimo, corresponde a:

M = Medibles

A = Alcanzables

T = Temporales, fijados en un período de tiempo

E = Específicos

M = Motivadores

Medibles (M)

Como su nombre indica, cuando fijamos un objetivo, el mismo se debe poder medir SIEMPRE.

Podemos hablar de: facturación, margen, cantidad de visitas, de presupuestos realizados, d unidades vendidas de un producto, de diferentes ratios y/o KPI’s, etc.

En ocasiones, hay personas que me preguntan sobre la idoneidad de plantear objetivos que

yo denomino “abstractos” o subjetivos, tales como la actitud, las ganas, la predisposición, etc. Todo eso está muy bien, pero no lo podemos medir, sino que corresponde a un criterio subjetivo de una persona, y ello puede dar paso a malos entendidos y a situaciones incómodas y poco recomendables.

Alcanzables (A)

Un objetivo que no sea alcanzable, ni es un objetivo ni es nada. Decir que los “he sufrido”, como muchos/as otros/as compañeros y compañeras de profesión. No aportan nada, nada positivo quiero decir. Y lo que es peor, se pueden volver en contra.

El objetivo bien medido, bien calculado y bien argumentado, es alcanzable y da pie a un aspecto que comenté en el anterior artículo, es decir, que pueda llegar a PACTARSE, con cada persona. Y ese debería ser el primer objetivo que nos planteemos internamente: “pactar” el objet

ivo, vendérselo a la persona que debe alcanzarlo. En ese momento, créeme, el % de posibilidades de que llegue a conseguirlo, se incrementa exponencialmente.

Temporales, fijados en un período de tiempo (T)

Es evidente qué, si planteamos un objetivo, su consecución en un determi

nado espacio de tiempo, es fundamental, de lo contrario dejaría de ser un objetivo.

No tiene ningún sentido que le diga a una persona: debes hacer 100, ¿en cuánto tiempo?, ¿en un mes?, ¿en un trimestre?; da igual, sólo debes hacer 100, ¿perdona?

Pues eso, que ese objetivo que hemos definido previamente como “alcanzable”, debe serlo en el espacio de tiempo que fijemos para su consecución.

Específicos (E)

Otro aspecto, como los anteriores, que parece obvio, pero no lo es tanto. Y es que el objetivo específico, es decir, de cosas concretas, va muy de la mano de otros dos: medible y fijado en el tiempo.

Queremos facturar X miles de € en un trimestre, en un año, o en cualquier espacio de tiempo que determinemos (sin olvidar que debe ser “alcanzable”)

Motivadores (M)

Y llegamos a un punto que, desgraciadamente, demas

iadas personas olvidan, y que incluso es ignorado en los famosos “objetivos Smart”, que no lo contemplan, y me estoy refiriendo a la motivación.

Hay quien defiende, que, si un objetivo es ALCANZABLE, ya es motivador, por definición, permíteme que discrepe.

Cuando hablo de motivador, me refiero a que deb

e motivar a lo largo de todo el período, día tras día.

Por ello abogo y recomiendo sistemas que sean incrementales o exponenciales, y, muy importante, que no tengan un techo, es decir, un nivel a partir

del cual no hay más variable.

También los “he sufrido” y te pregunto ¿qué

crees que hace un comercial cuando, si sigue vendiendo, no le genera más ingresos?, te lo explico o ya lo sabes.

En un futuro comentaré la diferencia entre la motivación “intrínseca” y la “extrínseca”

¡Feliz semana!